*El joven, de 25 años, está acusado de torturar a un felino y colgar los vídeos en Facebook. En los clips arroja la mascota violentamente por el aire y la proyecta contra una pared. Asociaciones protectoras de animales francesas reclaman mano dura contra el abusador.
La policía de Marsella ha arrestado esta mañana a un joven de 25 años, acusado de torturar a un gato y haber colgado los vídeos del maltrato al animal en Facebook. En la red social, el enemigo de los felinos se hace llamar Farid de Morlette y, el pasado 22 de enero, publicó dos clips en los que arroja a la mascota violentamente por el aire y la proyecta contra una pared. Aunque la cuenta ha sido clausurada, las imágenes de las torturas gatunas se han difundido ampliamente por internet.
Dichas escenas, consideradas de extrema crueldad por la Fundación Brigitte Bardot y otras asociaciones protectoras que se han movilizado estos días para recoger 120.000 firmas reclamando mano dura con el abusador, recuerdan poderosamente aquella escena de la película “Novecento” (Bernardo Bertolucci, 1976) en que el ignominioso Attila Mellanchini, interpretado por Donald Sutherland, revienta un gato de un cabezazo para explicar a su cuadrilla fascistoide cómo deben comportarse los camisas negras con los comunistas.
Puesta sobre la pista por las numerosas denuncias ciudadanas, la Policía Nacional ha confirmado hoy vía Twitter que el maltratador ha sido detenido, se halla actualmente bajo custodia en la comisaría del 15ème ‘arrondissement’ marsellés y comparecerá el próximo lunes ante el juez. Además, los agentes buscan activamente al cómplice que filmó las escenas, presumiblemente con un teléfono móvil.
Crueldad con los animales
Como indica el artículo 521-1 del Código Penal francés, el “abuso grave o la crueldad con los animales” se castigan con un máximo de dos años de prisión y una multa de 30.000 euros. La pena también puede ir acompañada de la prohibición provisional o permanente de poseer mascotas domésticas.
Según el diario La Provence, el acusado ha reconocido los hechos y sostiene que el felino sigue vivo. Al parecer, el animal se llama Óscar y es propiedad de una familia del distrito 15, que había denunciado su desaparición hace 10 días. A pesar de las palizas, el minino se hallaría sano y salvo tras haber sido recogido por un transeúnte.
El affaire ha suscitado en los últimas días las más furibundas reacciones en internet, desde la creación de grupos de Facebook censurando la crueldad con los animales hasta la publicación en YouTube de un vídeo en el que un usuario anónimo portador de un enorme cuchillo de caza propone “quemar vivo al torturador dentro del maletero de un coche”.
Otros internautas se han decantado por difundir las imágenes en el foro 4chan, muy frecuentado por miembros del colectivo Anonymous. Estos últimos ya se habían distinguido, en 2009, por localizar y denunciar al joven estadounidense Kenny Glenn, que había publicado en YouTube vídeos en los que maltrataba a su mascota Dusty.
Por el rescate felino
La prensa gala, con Le Monde a la cabeza, recuerda hoy casos similares como el de la ciudadana británica María Bale, que en octubre de 2010 fue sorprendida por una cámara de vigilancia callejera tirando a su gato a un cubo de basura. Gracias a la movilización en red,15 horas después, el minino fue rescatado. Y, aunque la infractora sólo resultó sancionada con una multa de 300 euros, no es probable que vuelva a repetir su fechoría ya durante los meses siguientes tuvo que ser puesta bajo protección policial para evitar que los defensores del reino animal, decepcionados por tan leve condena, se tomaran la justicia por su mano.
Una tentación, la de castigar unilateralmente al asesino de gatos, que ya reflejaba el maestro japonés Haruki Murakami en su fascinante novela “Kafka en la orilla” (2002). En ella, el sexagenario Satoru Nakata descubre, al despertar de un coma, que ha recibido el misterioso don de hablar con los felinos. Cierto día, mientras busca un gato perdido, Nakata se topa con Johnny Walker, personaje icónico que ha abandonado las etiquetas del whisky para dedicarse a matar gatos, comerse sus corazones y coleccionar sus almas. El viejo, que se ha encariñado con los mininos después de tantos años de conversar con ellos, termina asestando a Johnny Walker varias puñaladas en el pecho.
Aunque las asociaciones de protección de animales francesas han reclamado estos días a los ministros de Interior y Justicia Manuel Valls y Christiane Taubira mano dura con Farid de Morlette, no es probable que en su caso llegue la sangre al río…
Fuente: El Mundo
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