La fotógrafa Isa Leshko ha creado una serie de imágenes titulada Ancianos Animalesque, además de conmover al público, lleva un mensaje desgarrador.
Leshko comenzó a fotografiar a los animales de edad avanzada después de que a su madre le diagnosticaran Alzheimer. La proximidad a una enfermedad repentina le sirvió de inspiración para enfrentarse a su propia mortalidad y arrojar luz sobre las demás criaturas que entran en la etapa final de sus vidas.
Las imágenes de Leshko muestran desde caballos a perros, pasando por pollos y cerdos, y han sido tomadas con delicadeza. Mientras que algunos animales han sido criados en granjas industriales, otros han pasado su vida como mascotas, y esto genera diferencias en sus caras y en sus cuerpos.
Para hacer las fotos, Leshko se asegura de que los animales están acostumbrados a su presencia antes. "Dependiendo del animal, puedo pasar una hora o así, simplemente acostado en el suelo junto a la criatura antes de tomar ni una sola imagen. Este enfoque ayuda a los animales aclimatarse a mi presencia y permite que yo le observe", expone la artista.
Las imágenes resultantes siempre son suaves y respetuosas. "Quería que las imágenes fuesen inquebrantable en su detalle", explica Leshko en un vídeo.
La serie de Leshko desafía a los espectadores, intenta que se enfrenten a una imagen a la que no están acostumbrados: a la de los animales en sus últimos días, a la del impacto humano en su carne - por ejemplo, si han sido criados para ser consumidos. Pero más allá de abordar la forma de tratar a los animales, las fotografías pretenden describir los patrones de la vida humana.
"Retratar animales mayores me permite sumergirme en mi miedo a envejecer", se lee en un escrito de Leshko. "Me he dado cuenta de que estas imágenes son autorretratos. O por lo menos, son manifestaciones de mis miedos y esperanzas, sobre lo que voy a ser en la vejez".
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