Pese a lo señalado cuando se aprobó la Ley de Caza en el pasado mes de noviembre, en cuanto a la no autorización de caza de perros asilvestrados, documento legal filtrado da cuenta de la existencia de autorización legal para cazar “perros salvajes”.
Luego de una intensa campaña de presión mediática con el fin de evitar la inclusión de la categoría de perros asilvestrados como animales para cazar, se anuncio oficialmente que la Ley de Caza aprobada en el mes de Noviembre del 2013 no permitiría tal acción bajo el amparo de la ley. Una medida que llenó de alegría a los distintos grupos animalistas en la ocasión, la cual hoy se transformó en honda preocupación tras la toma de razón del Decreto de la Ley de Caza, por parte de la Contraloría.
El texto que aprueba la modificación al Reglamento de la Ley de Caza y que fue firmado por el Presidente de la República y el Ministro de Agricultura, actualiza en su Artículo 6 el listado de animales considerados dañinos incluyendo en él a “jaurías de perros salvajes o bravíos” y dejándolos en condición de caza y captura.
El nuevo reglamento considera como perros salvajes o bravíos a aquellos “que se encuentren en jaurías, fuera de las zonas o áreas urbanas a una distancia superior a 400 metros de cualquier poblado o vivienda rural aislada los que deberán capturarse y cazarse en los términos establecidos en la Ley y en el presente reglamento” especifica el texto escrito y señala que la medida fue aprobada por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad en el transcurso del año 2012.
Los argumentos para agregar a los perros salvajes en la categoría de captura y caza se basa principalmente en que estos perros atacan a ejemplares de especies protegidas y animales de ganadería para alimentarse, generando un daño a nivel de conservación y económico para quienes viven de la ganadería, afectando su fuente laboral y desarrollo.
La agrupación animalista, Policía Animal de Chile criticó la inclusión de las jaurías de perros en el listado de animales de caza argumentando que el Gobierno solo está respondiendo de mala manera y buscando una salida fácil ante una problemática generada por la poca cultura de la sociedad y que el Estado tiene la obligación de solucionar, pero que ningún Gobierno ha asumido dicha responsabilidad, agregando que estas jurarías de perros son resultado del abandono de canes domesticados y que se vieron obligados a adaptarse a un nuevo ambiente.
“La culpa no es de los perros, es culpa nuestra como sociedad y como país, estamos sumergidos en la ignorancia y la poca cultura en tenencia responsable de animales, puesto que abandonar a un perro es mucho más grave de lo que se cree y aparenta. Abandonar a un perro no queda en el acto, pues ese can se va a reproducir y no una vez, generando muchas crías que se adaptarán a un ambiente salvaje generando estas jaurías que atentan contra otras especies”. Afirman desde PACH.
Del mismo modo también precisaron desde la agrupación que este problema se vincula directamente a la población canina en las calles de nuestro país, afirmando que el problema de raíz radica en la legislación y que el escenario actual era evitable si los Gobierno y la clase política tuviera “el mínimo” de interés en el tema.
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