*Cambio de postura en la delegación estadounidense frente a la caza de ballenas enciende las alarmas en el resto de los países de latinoamerica.Por Juan Ignacio Manchiola (Rena), desde Buenos Aires.
Buenos Aires, 1 de julio de 2011 (RENA). El Grupo Buenos Aires, conformado por once países latinoamericanos encolumnados en una sólida política contraria a la caza de ballenas, está consternado por el cambio en la actitud estadounidense, que dejó de lado su histórico proteccionismo y se convirtió en un estado pro ballenero, dijo un experto a RENA. La mayor preocupación de quienes promueven el uso no letal de cetáceos hoy está dada por las llamadas “cuotas de caza de subsistencia aborigen”, que -según confirmaron a este medio- esconden operaciones de caza comercial prohibidas por la moratoria implementada en 1986.
Cambio de postura
En diciembre de 2007 el entonces senador Barack Obama prometió: “Como presidente, me aseguraré que los Estados Unidos lidere la protección de los acuerdos internacionales de protección de fauna, incluyendo el fortalecimiento de la moratoria internacional sobre la caza comercial de ballenas. Permitir continuar a Japón la caza de ballenas, es inaceptable”.
Junio de 2011 fue proclamado incluso por Obama como el “Mes de los Océanos”. De acuerdo a un comunicado oficial, el presidente llamó a los ciudadanos a “tomar acciones para proteger, conservar y restaurar nuestros océanos”. Pero los hechos contradicen esas palabras.
Entre el 11 y el 14 de julio próximo se llevará a cabo en la isla de Jersey, Gran Bretaña, la reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), creada en 1946 para regular la caza y el comercio de cetáceos, hoy integrada por 89 países.
Un artículo de Marcela Valente para Tierramérica describe muy bien el nuevo papel asumido por Estados Unidos, que llena de incertidumbre a los países enemigos de la matanza de ballenas.
Según el relato periodístico, EEUU está ocupando el lugar de Japón en la defensa de la cacería -país que captura alrededor de 400 ejemplares por año, incluso en santuarios-, pero en vez de pretender que se trata de caza científica lo hace bajo el paraguas de la cuota aborigen o de subsistencia.
“Hay un gran malestar en la región porque la delegación de Estados Unidos, que es agresiva y sin capacidad de negociación, va a intentar en Jersey reflotar una iniciativa que legitime la cacería”, dijo a ese medio José Truda Palazzo, ex comisionado de Brasil ante la CBI y actual coordinador del proyecto Ballena Franca Austral en el Centro de Conservación Cetácea de su país.
Estados Unidos era un país líder de la conservación ballenera pero defendía la existencia de cuotas de subsistencia para los aborígenes del estado de Alaska. En 2002 Japón hizo valer una mayoría de votos en la CBI y le bloqueó esa cuota. Después de esa derrota, Estados Unidos se mantuvo neutral. Desde hace tres años sus delegados se volvieron más favorables a la caza que Japón.
“Es un hecho muy desafortunado, porque (Estados Unidos) tenía una tradición conservacionista y de defensa del uso no letal, y ahora la delegación es proballenera”, aseguró Truda Palazzo.
Según el brasileño, el cambio obedece a que “en el norte de Alaska las comunidades tradicionales tienen un inmenso poder político y mandan sus delegados a las reuniones de la CBI, pero no son auténticos esquimales que van en sus botes de piel y cazan con arpón”.
“Tienen tecnología, subsidios del gobierno y no cazan por necesidad de subsistencia”, confirmó. En su opinión, se trata de un asunto político doméstico de Estados Unidos, que pretende “tomar de rehenes” al resto de los miembros de la CBI.
En diálogo con RENA, destacó que “a lo insólito de EEUU se suma la reversión total de la política de Nueva Zelanda, que bajo el corriente gobierno de extrema-derecha abandonó décadas de esfuerzos pro-conservación de las ballenas y ahora hace lobby ballenero. Ante esa situación, se ve aún más importante el liderazgo de Latinoamérica para enfrentarse a los intereses de reanudar la matanza masiva global de las ballenas”.
En la última reunión de la CBI, celebrada en 2010 en Agadir, Marruecos, Estados Unidos intentó aprobar un programa de reformas del organismo que mantenía la moratoria, pero proponía cuotas de caza y legitimaba las capturas japonesas. Esa propuesta fracasó entre otras razones por el rechazo masivo de América Latina junto a países como Australia. Se espera que la potencia vuelva a insistir con el tema en Jersey.
La moratoria en riesgo
“Realmente es una preocupación el rol que USA está asumiendo a favor de los intereses balleneros de Japón, a fin de ir preparando el escenario para la reunión de 2012, cuando se renovarán las cuotas de cacería aborigen”, confirmó a este medio Roxana Schteinbarg, del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), de Argentina.
“Nos preocupa una propuesta de resolución que es liderada por USA y Nueva Zelanda. A pesar de que su texto parece inocuo, está ocultando intenciones de revitalizar una propuesta de la presidencia de la ICB que fracasó en la reunión de 2010”.
Esa propuesta que pretendía dar un nuevo futuro a la Comisión otorgando cuotas de captura a Japón, Noruega e Islandia, legitimaba las operaciones balleneras de esos países. “Lo peor es que Japón podría cazar en aguas declaradas Santuario para Ballenas. Esta propuesta no prosperó por la firma oposición del bloque latino y de Australia”, recordó.
En el mismo sentido, Yolanda Alaniz, de COMARINO, México, confirmó a RENA que Nueva Zelanda y EEUU “apoyarán a Japón para realizar cacería costera a cambio de que disminuyan o cancelen la absurda cacería científica”.
Sin embargo, la cacería costera no está contemplada dentro de la CBI. Si se aprueba esa modalidad para Japón, “la cacería de otros países bajo esta forma se vendrá en cascada. Esto, de hecho, derogaría completamente la moratoria de la propia Comisión Ballenera Internacional, y la convertiría en el mayor fraude de conservación de ballenas”, sentenció.
Elsa Cabrera, directora del Centro de Conservación Cetácea de Chile, observadora acreditada desde 2001 en las reuniones anuales de la CBI y coordinadora de la campaña de recolección de firmas www.cerocazadeballenas.cl, dijo a este medio que las cuotas de caza de subsistencia “constituyen una de las principales amenazas para la próxima reunión de la CBI”.
Según dijo, la actual comisionada de Estados Unidos, Mónica Medina, demostró el año pasado que su gobierno está dispuesto a entregar concesiones a los balleneros que resultan inaceptables para los países conservacionistas en la CBI, a cambio de evitar que les bloqueen la entrega de cuotas el próximo año.
“Es así como en 2010 y debido a la inmensa presión generada por Estados Unidos, la CBI otorgó cuotas para la matanza de ballenas jorobada por parte de comunidades nativas de Groenlandia, a pesar que existen claras evidencias que estas operaciones son utilizadas para encubrir operaciones de caza comercial, prohibida por la moratoria implementada en 1986”.
Esa decisión, dijo, no sólo eliminó varias décadas de protección para la especie sino que también impactó directamente en países de América Latina que utilizan las ballenas de esa población para desarrollar una floreciente industria de turismo de avistaje de ballenas, como República Dominicana.
“Este año, la presión de EEUU para asegurar que Japón no vaya a bloquear la renovación de cuotas de caza aborigen en 2012 podría llevar a la Comisión a otorgar cuotas de ‘caza costera’o de ‘alivio’ a diversas comunidades niponas, eliminando de facto el mayor logro en la historia del derecho ambiental internacional, como lo es la moratoria sobre la caza comercial de ballenas”, advirtió.
“Preocupante si sumamos los crecientes cuestionamientos sobre este tipo de operaciones balleneras, en especial debido a la reciente condena de la ex directora de la Asociación Ballenera de Alaska por malversación de fondos”, reveló.
En ese contexto, “resulta fundamental que a diferencia del año pasado -cuando los países de América Latina cedieron a la presión norteamericana para condenar la vida de las ballenas jorobada– rechacen con fuerza cualquier intento de EEUU por imponer sus intereses balleneros en desmedro de cientos de comunidades y millones de personas de nuestra región que dependen y se benefician de ballenas vivas a través del turismo”.
Firme postura latinoamericana
El 21 y 22 de junio último, los países latinoamericanos miembros de la CBI se reunieron en Buenos Aires para analizar la situación actual con miras a la 63ª Reunión en Jersey.
Representantes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú, México, República Dominicana y Uruguay, que integran el llamado “Grupo Buenos Aires” (GBA), se reunieron en el Palacio San Martín para preparar la posición del bloque.
El GBA se caracterizó desde su creación como un bloque negociador clave al momento de adoptar decisiones respecto al futuro de las poblaciones de ballenas a nivel global.
Los sucesivos encuentros generaron importantes declaraciones que fueron ratificadas durante esta VIII reunión, donde se reafirmó el compromiso con la moratoria a la caza comercial de ballenas, el derecho soberano de los países al uso no letal de los cetáceos, el respeto integral a los Santuarios de Ballenas ya establecidos por la CBI, así como la creación de nuevos Santuarios, en particular el del Atlántico Sur, y la firme oposición al comercio internacional de carne de ballena y sus derivados.
El encuentro se realizó a pocas semanas que la CBI inicie su reunión plenaria anual donde se analizará cómo avanzar tras el periodo de reflexión acordado durante 2010, como consecuencia del fracaso de la propuesta de la presidencia que intentaba legitimar las operaciones balleneras de Japón en aguas del Santuario de ballenas del Océano Austral.
Los representantes de gobierno expresaron su compromiso a fortalecer la agenda de la CBI a favor de la conservación, acentuando temas como cambio climático, degradación del hábitat, colisiones con embarcaciones y otras amenazas. También se comprometieron a profundizar en la CBI el trabajo relacionado con el avistaje responsable de cetáceos, la ética y el bienestar animal.
Otro aspecto destacado en el encuentro fue el apoyo expresado a la participación activa y constructiva de la sociedad civil en el seno de la CBI. En ese sentido, el GBA sostendrá la adopción de enmiendas al reglamento de Comisión para ampliar la participación de la sociedad civil en los debates.
En concordancia con su manifestación de apoyo a la participación de la sociedad civil, el GBA invitó a representantes de las organizaciones dedicadas a la investigación y conservación de cetáceos a exponer sus puntos de vista y poder intercambiar opiniones con los representantes de los gobiernos allí presentes. Dentro de este ámbito se presentó una Declaración firmada por 26 ONGs de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Colombia, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Las organizaciones firmantes solicitaron, entre otros temas, rechazar la creación de nuevas categorías de caza de especies de cetáceos y el aumento u otorgamiento de nuevas cuotas de caza aborigen, que son destinadas a encubrir operaciones balleneras comerciales.
Se comprometieron a avanzar junto a Estados aliados hacia una real reforma de la CBI con el objetivo de adaptarla a las visiones e intereses de investigación, conservación y uso no letal de los cetáceos en el siglo XXI; rechazar cualquier propuesta orientada a brindar a Japón cuotas de caza de “alivio”, en virtud de la existente moratoria, el sobre almacenamiento de miles de toneladas de carne de ballena en Japón obtenida mediante las operaciones de “caza científica”; y señalaron “las crecientes evidencias sobre la presencia de contaminación radioactiva en el Océano Pacífico producto del desastre nuclear de Fukushima”.
También solicitaron rechazar la “Propuesta de resolución para mantener los avances sobre el futuro de la CBI” (Doc IWC 63-7) auspiciada por Estados Unidos y Nueva Zelanda, ya que intenta, entre otro, revitalizar el fracasado proceso de negociación para definir el futuro de la CBI, cuando en 2010 la CBI, en su reunión anual, decidió por consenso iniciar un período de reflexión.