*No solamente lograron sobrevivir treinta y tres mineros en la Mina San José, situada en la Región de Atacama, sino una perrita que llegó hasta el yacimiento mienro hace dos años en pésimas condiciones, pudiendo recuperarse satisfactoriamente convirtiendose en la can guardiana de la mina.Ésta es su historia. Por Luis Felipe Caneo.
La Mina de San José, famosa estos días por el exitoso rescate de treinta y tres mineros desde las profundidades de la tierra, guarda en sus parajes una hermosa historia de sobrevivencia y recuperación perruna, que pudo renacer a la vida tal como lo hicieron los mineros atrapados. Sandra es el nombre de la perrita que arribó hasta el yacimiento minero hace dos años al yacimiento minero, convirtiendose con el pasar del tiempo en una fiel compañera y guardiana de los trabajadores de la empresa.
Una relación que comenzó a escribirse hace dos años cuando arribó al campamento en pésimas condiciones, en la tolva de un camión, como lo recuerda Javier Abarca, uno de los trabajadores: “El pailorista (operador del cargador) iba a tirar el metal, cuando sintió que la perra se quejaba”. Al percatarse de su presencia, surgió la interrogante como había llegado hasta la tolva del camión, un dilema que quedó en segundo plano al ver las condiciones deplorables de nuestra amiga: comenzó una campaña entre los compañeros de trabajo con el fin de reunir los recursos que permitieran la recuperación de nuestro hermano menor, siendo bautizada como Sandra.Los primeros cuidados que recibió fue darle comida y colocarle aceite para sacarle el arestín que tenía en su piel, convirtiéndose en la regalona de la mina.
En la actualidad, Sandra se encuentra en perfectas condiciones, come bastante y duerme en la barrera del campamento minero.El único dilema que debe enfrentar ahora la perrita, al igual que los trabajadores y el resto de los animales presentes en el lugar, es que pasará con la mina y donde la llevará la vida.Lo bueno, es que ya hay interesados en llevarse a Sandra del campamento minero, faltando interesados en hacerse cargo de los otros animales.
La historia de la perrita nos invita a reflexionar como sociedad nuestra relación con los animales, en el sentido de darle una mejor calidad de vida a cientos de seres que andan vagando por las calles, una acción que solamente requiere de cariño y protección que será pagado con creces por los beneficiados. Podemos como país un nivel de vida que va progresando año a año, un progreso que genera la admiración de los otros, mas: "La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por el modo en el que se trata a sus animales.", dice Ghandi. Sólo así viviremos en una sociedad mejor para todos.
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