*Científicos de la Universidad de Valencia aseguran que los astados experimentan dolor y sufrimiento similares a los de los seres humanos. Europapress/AnimaNaturalis
La Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Valencia (UV) celebró el pasado 25 de marzo una reunión de la junta de centro, en la que se aprobó una declaración en contra de las corridas de toros que asegura que "los toros experimentan dolor, estrés y sufrimiento con características semejantes a los de los seres humanos", según informó hoy la institución académica en un comunicado.
La declaración surge porque "el debate sobre las corridas de toros y otros espectáculos taurinos --sobre si constituyen un patrimonio cultural a preservar o una crueldad intolerable-- está cada vez más presente en la sociedad española" y por la propuesta de la Generalitat de Cataluña de declarar estos festejos Bien de Interés Cultural (BIC).
A juicio de esta facultad de la UV, "existe una sensibilidad creciente hacia los problemas éticos que plantea nuestra relación con otros seres vivos y en especial con los animales no humanos". Esta "nueva visión" de las relaciones entre hombre y animal está alimentada por "un mayor conocimiento de la biología de las especies implicadas", señaló.
"Los estudios del comportamiento, de las capacidades cognitivas y del sistema nervioso de los animales han puesto de manifiesto una continuidad evolutiva entre el hombre y los restantes animales mucho mayor de lo que sugería la concepción tradicional dominante en nuestra cultura", indica la declaración, que agrega que esta concepción tradicional se basa "en la creencia de la discontinuidad radical, incluso la contraposición, entre el ser humano y el resto de los animales".
No obstante, el documento pone de manifiesto que "la biología animal ha demostrado que los animales poseen sistemas especializados en la percepción de estímulos nocivos y que dicha percepción va acompañada de un intenso y desagradable componente afectivo".
Por ejemplo, las investigaciones para el desarrollo de medicamentos analgésicos o de tratamientos paliativos del dolor en humanos utilizan la experimentación con animales, basándose, precisamente, en la idea de la estrecha afinidad entre humanos y animales experimentales. Por tanto, la conclusión a la que apuntan estas observaciones es que "los toros experimentan dolor, estrés y sufrimiento con características semejantes a los de los seres humanos", destaca el documento.
De hecho, agrega, la legislación de la Unión Europea (UE) reconoce explícitamente que "los animales son seres sensibles y establece como objetivo evitar a los animales todo dolor o sufrimiento innecesario". Para alcanzar este objetivo se ha desarrollado una normativa específica sobre la cría y el mantenimiento de animales en granjas, animalarios y zoológicos, sobre el transporte de animales y su sacrificio para el consumo, y sobre su uso en experimentación.
"Las tradiciones cambian"
"El patrimonio de tradiciones de una sociedad es un bien a preservar siempre que no haya principios de mayor peso que justifiquen su extinción", subraya la declaración, que precisa: "las tradiciones cambian, y prácticas consideradas aceptables hace apenas unos pocos años actualmente son ilegales o se consideran éticamente inaceptables".
En este sentido, la Facultad considera que "la sociedad debería reflexionar sobre si un espectáculo en el que la violencia en vivo forma parte sustancial, por más que haya otros elementos, es un bien cultural a preservar y transmitir a las futuras generaciones".
A su entender, "existe en todo caso una obligación de coherencia que afecta a las instituciones de la sociedad española, y a las universidades. Por ello en las universidades y centros de investigación hay comités de ética para garantizar protocolos de investigación y de docencia ajustados a la legalidad vigente" para "evitar el dolor animal y transmitir a las nuevas generaciones valores exentos de crueldad".
La Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Valencia (UV) celebró el pasado 25 de marzo una reunión de la junta de centro, en la que se aprobó una declaración en contra de las corridas de toros que asegura que "los toros experimentan dolor, estrés y sufrimiento con características semejantes a los de los seres humanos", según informó hoy la institución académica en un comunicado.
La declaración surge porque "el debate sobre las corridas de toros y otros espectáculos taurinos --sobre si constituyen un patrimonio cultural a preservar o una crueldad intolerable-- está cada vez más presente en la sociedad española" y por la propuesta de la Generalitat de Cataluña de declarar estos festejos Bien de Interés Cultural (BIC).
A juicio de esta facultad de la UV, "existe una sensibilidad creciente hacia los problemas éticos que plantea nuestra relación con otros seres vivos y en especial con los animales no humanos". Esta "nueva visión" de las relaciones entre hombre y animal está alimentada por "un mayor conocimiento de la biología de las especies implicadas", señaló.
"Los estudios del comportamiento, de las capacidades cognitivas y del sistema nervioso de los animales han puesto de manifiesto una continuidad evolutiva entre el hombre y los restantes animales mucho mayor de lo que sugería la concepción tradicional dominante en nuestra cultura", indica la declaración, que agrega que esta concepción tradicional se basa "en la creencia de la discontinuidad radical, incluso la contraposición, entre el ser humano y el resto de los animales".
No obstante, el documento pone de manifiesto que "la biología animal ha demostrado que los animales poseen sistemas especializados en la percepción de estímulos nocivos y que dicha percepción va acompañada de un intenso y desagradable componente afectivo".
Por ejemplo, las investigaciones para el desarrollo de medicamentos analgésicos o de tratamientos paliativos del dolor en humanos utilizan la experimentación con animales, basándose, precisamente, en la idea de la estrecha afinidad entre humanos y animales experimentales. Por tanto, la conclusión a la que apuntan estas observaciones es que "los toros experimentan dolor, estrés y sufrimiento con características semejantes a los de los seres humanos", destaca el documento.
De hecho, agrega, la legislación de la Unión Europea (UE) reconoce explícitamente que "los animales son seres sensibles y establece como objetivo evitar a los animales todo dolor o sufrimiento innecesario". Para alcanzar este objetivo se ha desarrollado una normativa específica sobre la cría y el mantenimiento de animales en granjas, animalarios y zoológicos, sobre el transporte de animales y su sacrificio para el consumo, y sobre su uso en experimentación.
"Las tradiciones cambian"
"El patrimonio de tradiciones de una sociedad es un bien a preservar siempre que no haya principios de mayor peso que justifiquen su extinción", subraya la declaración, que precisa: "las tradiciones cambian, y prácticas consideradas aceptables hace apenas unos pocos años actualmente son ilegales o se consideran éticamente inaceptables".
En este sentido, la Facultad considera que "la sociedad debería reflexionar sobre si un espectáculo en el que la violencia en vivo forma parte sustancial, por más que haya otros elementos, es un bien cultural a preservar y transmitir a las futuras generaciones".
A su entender, "existe en todo caso una obligación de coherencia que afecta a las instituciones de la sociedad española, y a las universidades. Por ello en las universidades y centros de investigación hay comités de ética para garantizar protocolos de investigación y de docencia ajustados a la legalidad vigente" para "evitar el dolor animal y transmitir a las nuevas generaciones valores exentos de crueldad".
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