*En una ceremonia realizada en Nueva York, Estados Unidos, se realizó un homenaje a los 300 perros que participaron en labores de rescate tras el atentado a las Torres Gemelas. Por Luis Felipe Caneo.
Al cumplirse 10 años del atentado de las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York, se quiso recordar no sólo a las cientos de personas participantes de las labores de búsqueda y rescate tras la acción de Al Qaeda sino también a aquellos héroes de cuatro patas que lucharon contra los escombros y el polvo con el fin de rescatar a los sobrevivientes y muertos del ataque terrorista. En una actividad realizada por la agrupación American Humane Association (AHS), en el Club Nacional de las Artes de la Gran Manzana,se destacó la labor perruna luego de lo sucedido aquel 11 de Septiembre del 2001.
"Durante aquellos terribles días, hubo héroes de dos patas, pero también de cuatro”, dijo en su discurso la Presidenta de AHS, Robin Ganzert, destacando que los canes se dedicaron durante una semana a peinar la "zona cero" en busca de algún indicio de vida. “Después de esa primera fase, montamos una clínica veterinaria móvil para descontaminar a los animales del humo, el polvo y los escombros, y darles comida. Luego los perros fueron un apoyo más para las familias de las víctimas y los supervivientes”, comentó Ganzert, destacando que los "canes héroes" no son exclusivamente de las unidades especiales de emergencia sino también hay aquellos encargados de apoyar a sus amos para terapias y en situaciones de crisis.
En este sentido destaca la gran hazaña de Roselle, nuestro amigo peludo el día de los atentados guió a su dueño ciego y a un compañero de trabajo a bajar 78 pisos completamente oscuros, logrando llegar en forma exitosa al primer piso 15 minutos antes que cayera la primera Torre. “No ladró ni se quejó una sola vez, ni siquiera cuando tropezaba contra los bomberos que subían por los mismos escalones”, indica su propietario Michael Hingson,un comunicado de la organización, la cual desde 1916 defiende los derechos de los animales en Norteamérica.
La única víctima perruna fue Sirius, un labrador fallecido y cuyo propietario, el policía Daniel Lim, lo metió a una caseta luego de que el primer avión se estrellará contra una de las Torres. Al derrumbarse la primera torre, Lim pudo ser rescatado pero no el can, falleciendo aplastado por los escombros.
“Hacen tanto por nosotros en nuestras vidas cotidianas que queremos homenajearles como los héroes que son (…) Nos sentimos muy orgullosos de poder estar esta semana en Manhattan para rendir tributo a los perros que fueron héroes durante y después del 11-S", concluyó Ganzert. En definitiva, estos hechos nos demuestran que el perro es el mejor amigo del hombre y el cual está dispuesto a darlo todo con el fin de poder ayudar al hombre en momentos de catástrofes naturales o de atentados, pero ¿cuánto nos preocupamos nosotros de ellos?.
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