jueves, 17 de julio de 2008

El dilema de los perros vagos


*En todas las ciudades de Chile el problema, ocasionado por nosotros, de los canes vagos es uno de los principales.


Cada vez que voy al centro y debo pasar por la Plaza de los Héroes, en Rancagua, me encuentro con múltiples de estos amigos deambulando por el mismo lugar o sus alrededores.Perros quiltros, chicos, grandes e incluso de raza que deben ingeniarselas para sobrevivir.Muchos tal vez tuvieron algún día un hogar con amos que lo cuidaban, otros la calle ha sido su hábitat de siempre.Las palomas y las donaciones en comida de la gente son sus alimentos.Una realidad cruel para éstos hermanos menores, de la cual somos responsables los humanos y, especialmente, las autoridades que hacen la vista gorda ante ésta situación.



Es una paradoja, por decirlo de alguna manera, este hecho.Somos artifices de una realidad que perjudica no solamente al humano sino, también, a los cuadrúpedos.Infecciones, cuadros de rabia y mordeduras son algunos de los riesgos para ambos.Es importante indicar que las garrapatas de animales no son transmisibles a los hombres.



La solución a ésta problemática requiere la participación de todos los entes de la sociedad:padres, colegio, autoridades y medios de comunicación.Los padres, los primeros formadores de los retoños, deben inculcarles desde su más tierna infancia que los animales son nuestros hermanos menores y como tales merecen cuidado y respeto porque son seres con sentimientos que le duelen que les peguen;el colegio debería ser el ente que reforzará las enseñanzas paternas a través de situaciones concretas como ir al zoológico y en cursos mayores organizar operativos de cuidado animal, entre otras;las autoridades una vez por todas deden preocuparse del problema y no impulsar medidas de parche, como recoger los perros y llevarlos a un canil en donde estarán hacinados y en dudosas condiciones.Se debe atacar de raíz el asunto, eso significa, estimados lectores, esterilizar a las perritas vagas, ya que así se elimina la fuente de engendración de canes.Una iniciativa que no cuesta caro (considerando que al adquirir en grandes cantidades el precio por unidad baja considerablemente)



Los medios de comunicación son el cuarto poder, por así decirlo, y, en consecuencia, tiene una capacidad de influencia en la sociedad para bien o para mal.Ésta influencia debería ser ocupada para el cuidado de los animales entregando notas sobre consejosque aludan a su cuidado y, de paso, motivar a la gente a que cuide a esos hermanos menores.Eso es lo que pretendo llevar a cabo con el blog Nuestros Hermanos Menores.




Otro factor a considerar es el aspecto legal, mientras que el derecho siga considerando a los animales como bienes y no como seres con sentimientos y, en consecuencia, penas estúpidas por el maltrato animal continuará la despreocupación e irresponsabilidad hacia ellos.Es fácil hacerse de un cuadrúpedo cuando es cachorro, pero el tiempo pasa y ese ser que algún día era el centro de atención de la familia pasa a ser un caho que debe ser eliminado a través del abandono.



“La cultura de un país se mide por el cuidado de los animales “, señaló Gandhi hace más de 50 años. Ha pasado harto tiempo, es verdad, pero no hay duda que esa frase sigue más vigente que nunca. Chile es un país con un cierto desarrollo, en donde los índices de calidad de vida en niveles parecidos a los países desarrollados, pero en lo que alude al cuidado de estos seres que entregan cariño sin pedir nada a cambio estamos retrasadísimos. Es que para la sociedad actual vale lo material no más, lo otro no tiene importancia.

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