martes, 19 de febrero de 2013

Ex trabajadores del Oceanogràfic revelan casos de grave maltrato a los animales

Ex trabajadores del Oceanogràfic revelan a SOS Delfines casos de grave maltrato a los animales
* Detrás de la ternura de los animales, hay casos de maltrato animal. 
Animanaturalis
Valencia, 18 de Febrero de 2013.-SOS Delfines ha tenido acceso a los testimonios de dos ex trabajadores del zoológico Oceanogràfic de Valencia, que se han dirigido a la organización para denunciar varios casos de dejadez y malas prácticas que han llevado a padecer enfermedades e incluso  la muerte a varios animales.
Algunas de las organizaciones que forman SOS Delfines se han dirigido tanto a la dirección del parque como a la Generalitat valenciana para informar sobre algunos de estos problemas de bienestar y han recibido respuestas poco satisfactorias por parte de la Administración.
Uno de los casos fue el de una morsa macho que, debido al estrés que le producía el escaso acceso a la luz solar, murió por la ingesta prolongada de piedras. También nos han informado de que un delfín falleció por comer la pintura que se desprende de las paredes de la piscina. En cualquier caso, la mortalidad entre los delfines en este acuario es alta, puesto que, de ocho crías nacidas, han muero al menos cuatro, según señalan los extrabajadores anteriormente referidos.
Otro de los problemas- que puede observarse a simple vista por cualquier visitante- es que hay un exceso de animales para el tamaño de la pequeña piscina. Por ejemplo, el agua de los leones marinos suele estar turbia y con grandes cantidades de aluminio (que se mezcla en el agua para aclararla- con posibles consecuencias para la salud de los animales-). Supuestamente, uno de los leones chocaba frecuentemente con los buzos mientras limpiaban su tanque.
Las mismas fuentes indican que a los delfines se les tiene que hacer dolorosas endoscopias periódicamente para sacarles del estomago toda clase de objetos que se tragan. Incluso en al menos una ocasión le extrajeron un teléfono móvil del estómago a un delfín.
También nos han hablado sobre casos de ataques a los buzos, así como de un caso que merece especial atención, el de la ballena belug, Kairo, que no aceptaba su comida y los entrenadores rusos que contrataron le sujetaban del espiráculo (órgano delicado, doloroso y vital) y si no aceptaba el pescado, repleto de toda clase de medicamentos, recibía un puñetazo en el melón. Actualmente parece que Kairo casi no se mueve, pues según los ex trabajadores la medida que tomó el parque para conseguir que parase de dar vueltas en círculo fue administrarle algún fármaco.
SOS Delfines es la iniciativa de varias asociaciones de defensa de los animales (FAADA, ANDA, Born Free, AnimaNaturalis, One Voice, Infozoos e Infocircos) que pretende informar y concienciar sobre los negativos efectos del cautiverio en los cetáceos y otros animales marinos, así como destacar el nulo papel conservacionista y educativo de los espectáculos con animales.

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