*Producto del estrés a causa del terremoto y posterior tsunami el pasado 11 de Marzo, un hipopótamo sufrió una grave caída cuyas heridas finalmente le costaron la vida. Por Luis Felipe Caneo.
No solamente las personas sufrieron las consecuencias del pasado terremoto y posterior tsunami en Japón el pasado 11 de Marzo, sino, también nuestros hermanos menores, los animales. Satsuki era el nombre de una hipopótamo hembra, 39 años de edad y 2.5 toneladas de peso, ese día sufrió una grave caída producto del strees que significó el movimiento telúrico ya señalado dejandole heridas de las cuales no se pudo recuperar falleciendo el pasado 16 de Abril.
El animal estaba en el ZOO de Ueno, en la ciudad de Tokio, dentro de la piscina cuando vino el devastador 11-M, cuya intensidad fue de 9 grados en la escala de Richter, no aconteciendole nada a Satsuki. Sin embargo, una hora después del terremoto , cuando iba caminando de regreso a su recinto, se cayó rompiéndose la pata delantera izquierda a causa, de acuerdo a los especialistas, del strees producto de la experiencia que le había tocado vivir.
Los cuidadores del citado zoológico intentaron cuidar las heridas de Satsuki, pero el peso de nuestra amiga fue un impedimento para realizar dicha acción de manera satisfactoria, falleciendo finalmente porque las heridas de la caída afectaron sus órganos vitales provocando un fallo en ellos. El jefe del zoo de Ueno señalo a la cadena de televisión pública NHK que, "si no hubiera ocurrido el terremoto, Satsuki hubiera podido vivir dos o tres años más; ha sido una lástima".Cabe señalar que, por lo general, un hipopótamo vive en estado de cautiverio alrededor de 45 años, 5 años menos que en la vida silvestre.
El fallecimiento del animal es una gran pérdida para el citado zoo, puesto que este 2011 se cumplen 100 años desde que recibieran a su primer hipopótamo, en la actualidad sólo les queda un hipopótamo de 27 años llamado Jiro. Se puede ver en el lugar una muestra dedicada a estos mamíferos y su vida en el zoo de Tokio, en la capital de Japón hay 48 de estos animales.
Al final de cuentas, la muerte de Satsuki no sólo nos demuestra que los animales sienten , al igual que los seres humanos, sino es un llamado de alerta a las autoridades de todo el mundo para que cuando haya algún desastre natural se preocupan de nuestros hermanos menores. Entendemos que la preocupación primordial son los humanos, pero los otros seres vivos también necesitan ayuda.
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